laveredaradio@gmail.com

La Vereda es un programa que se emite en Ràdio Klara desde junio de 1999. Un espacio para la poesía, la literatura, la música, la cultura, el arte, el compromiso, las emociones... Un camino poético en el que la vida no pasa: se queda. Escúchala en directo los jueves de 19 a 20 h en la 104.4 FM València y en www.radioklara.org. O cuando quieras en nuestro podcast.

sábado, 5 de diciembre de 2015

Canción 19 horas

¿Quién habla del amor? Yo tengo frío
y quiero ser diciembre.

Quiero llegar a un bosque apenas sensitivo,
hasta la maquinaria del corazón sin saldo.
Yo quiero ser diciembre.

Dormir
en la noche sin vida,
en la vida sin sueños,
en los tranquilizados sueños que desembocan
al río del olvido.

Hay ciudades que son fotografías
nocturnas de ciudades.
Yo quiero ser diciembre.

Para vivir al norte de un amor sucedido,
bajo el beso sin labios de hace ya mucho tiempo,
yo quiero ser diciembre.

Como el cadáver blanco de los ríos,
como los minerales del invierno,
yo quiero ser diciembre.

Luis García Montero

jueves, 10 de septiembre de 2015

La librería ambulante

Debajo, a nuestra izquierda, el río corría reluciente al fondo del valle. Era un paisaje perfecto: los bosques eran todo bronce y oro; las nubes eran blancas y espesas y parecían espuma celestial suspendida en el aire. El sol era tibio y flotaba glorioso en un arco formidablemente azul. Mi corazón estaba lleno de fervor. Creo que por primera vez sabía lo que Andrew sentía en sus viajes de vagabundo. No entendía cómo todo aquello había permanecido oculto para mí hasta entonces. No entendía cómo el trascendental misterio de hacer pan me había impedido ver durante tanto tiempo los misterios del sol y el cielo y el viento en los árboles. Pasamos junto a una casa campestre blanca que había al lado del camino. En la reja de entrada estaba el granjero, sentado en un tronco, puliendo un trozo de madera y fumando su pipa. A través de la ventana de la cocina vi a una mujer que limpiaba la estufa. Me dieron ganas de gritarle:
“¡Oh, estúpida mujer! ¡Deja la estufa, las ollas, sartenes y labores, aunque sea por un día! ¡Sal de ahí y mira el sol y el cielo y el río a lo lejos”.

Christopher Morley

domingo, 30 de agosto de 2015

Nocturno

Está vacía Roma, de pronto. Está sin nadie.
Sólo piedras y grietas. Soledad y silencio.
Hoy la terrible madre de todos los ruidos
yace ante mí callada igual que un camposanto.
Como un borracho, a tumbos, ando no sé por dónde.
Me he quedado sin sombra, porque todo está a oscuras.
La busco y no la encuentro. Es la primera noche
de mi vida en que ha huido la sombra de mi lado.
No adivino las puertas, no adivino los muros.
Todo es como una inmensa catacumba cerrada.
Ha muerto el agua, han muerto las voces y los pasos.
No sé quién soy e ignoro hacia dónde camino.
La sangre se me agolpa en mitad de la lengua.
Roma me sabe a sangre y a borbotón la escupo.
Cruje, salta, se rompe, se derrumba, se cae.
Sólo un hoyo vacío me avisa en las tinieblas
lo que me está esperando.

Rafael Alberti

viernes, 7 de agosto de 2015

Ausencia

Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.

Jorge Luis Borges

jueves, 6 de agosto de 2015

Cuando suba la marea

Estaríamos juntos todo el tiempo
hasta quedarnos sin aliento
y comernos el mundo, vaya ilusos.
Y volver a casa en año nuevo.

Pero todo acabó y lo de menos
es buscar una forma de entenderlo.
Yo solía pensar que la vida es un juego
y la pura verdad es que aún lo creo.

Y ahora sé que nunca he sido tu princesa
que no es azul la sangre de mis venas
y ahora sé que el día que yo me muera
me tumbaré sobre la arena
y que me lleve lejos cuando suba... la marea.

Por encima del mar de los deseos
han venido a buscarme los recuerdos
de los días salvajes, apurando
el futuro en la palma de nuestras manos.

Y ahora sé que nunca he sido tu princesa
que no es azul la sangre de mis venas
y ahora sé que el día que yo me muera
me tumbaré sobre la arena
y que me lleve lejos cuando suba... la marea.

Y ahora sé que el día que yo me muera
me tumbaré sobre la arena
y que me lleve lejos cuando suba...
y que me lleve lejos cuando suba... la marea.

Amaral

miércoles, 22 de julio de 2015

martes, 14 de julio de 2015

Qué bé, ser aquí

Brisa humida en un riu,
els reflexos dins l’aigua,
els amics, tothom riu,
llums, gratacels i calma.

La música va sonant,
pessigolles al ventre.
Tot el que està passant
fa tornar màgic el vespre.

I de cop s’il·lumina una cosa dins teu
i de cop et dius “Que bé, ser aquí”.
I de cop s’il·lumina una cosa dins teu
i de cop et dius “Que bé, ser aquí”,
“Que bé, ser aquí”, “Que bé, ser aquí”.
“Que bé que això estigués escrit al meu destí”.

Joc de colors i sons,
l’ànima il·lusionada,
a l’altra punta del món
espurnes a la mirada.

Tot té el seu sentit,
tot s’enllaça i connecta,
no saps qui ho haurà escrit,
però és la trama perfecta.

I de cop s’il·lumina una cosa dins teu
i de cop et dius “Que bé, ser aquí”.
I de cop s’il·lumina una cosa dins teu
i de cop et dius “Que bé, ser aquí”,
“Que bé, ser aquí”, “Que bé, ser aquí”.
“Que bé que això estigués escrit al meu destí”.

I emmagatzemar aquest record
en aquella capseta,
per quan tot sigui fosc,
quan ho vegis tot negre...

Sentir que igualment s’il·lumina una cosa dins teu,
sentir que igualment et dius “Que bé, ser aquí”.
Sentir que igualment s’il·lumina una cosa dins teu,
sentir que igualment et dius “Que bé, ser aquí”,
“Que bé, ser aquí”, “Que bé, ser aquí”.
“Que bé que això estigués escrit al meu destí”.

Anna Roig i L'ombre de ton chien

jueves, 9 de julio de 2015

La deriva

He tenido tiempo de desdoblarme
y ver mi rostro en otras vidas.
Ya tiré la piedra al centro del estanque.

He enterrado cuentos y calendario,
ya cambié el balón por gasolina.
Ha prendido el bosque al incendiar la orilla.

He escuchado el ritmo de los feriantes
poniendo precio a mi agonía;
familias de erizos en sus manos frías.

Habrá que inventarse una salida,
ya no hay timón en la deriva.

Has tenido pulso para engancharme
alistado en ejércitos suicidas.
Me adentré en el bosque y no encontré al vigía.

Habrá que inventarse una guarida,
no quiero timón en la deriva.
Cada cual que tome sus medidas.
Hay esperanza en la deriva.

Habrá que inventarse una salida.
Que el destino no nos tome las medidas.
Hay esperanza en la deriva.

Vetusta Morla


lunes, 8 de junio de 2015

La cultura

¿Qué ocurriría si nos extirparan de la imaginación los martes y luego los miércoles y así hasta arrebatarnos todos y cada uno de los días de la semana? ¿Y si borraran de un plumazo los meses del año? ¿En qué nos quedaríamos si desapareciera de súbito el sistema métrico decimal? Podría ser, ¿no? De hecho, los sábados no existen más que en nuestra fantasía, igual que los eneros o los marzos, lo mismo que los minutos del microondas o los segundos del metrónomo. Hubo un tiempo en el que no existía el jueves próximo ni la primavera que viene. Ya teníamos hígado y riñones y lengua y paladar y tráquea. Pero carecíamos del sábado. Hoy sería más difícil vivir sin sábado que sin tráquea. Casi todos los órganos se pueden sustituir o trasplantar, pero un sábado no se le ocurre a cualquiera. ¿Y un funeral? ¿Cuántos siglos y cuántas cantidades de ensueño fueron necesarios para inventar el culto a los difuntos? ¿Cuánto ingenio fue preciso poner en marcha para descubrir la lástima? ¿Qué clase de delirio nos indujo a enterrar a los muertos en vez de comérnoslos, pese a la suma de proteínas que contiene un cadáver?

Imaginemos a un hombre o a una mujer desposeídos de la utilería fantástica que acabamos de referir, y que no ocupa sino una parte mínima de lo que llamamos realidad (la realidad, otro hallazgo de cojones también); imaginémoslos despertando sin saber qué hora es, qué día, en qué estación del año se encuentran, adónde deben ir a trabajar. Algo de eso ocurre en momentos de implosión como los actuales. Se desechan conquistas, se eliminan derechos, se reduce a las personas a sus necesidades básicas, necesidades que cubre la solidaridad individual porque el Estado no llega. ¿Pero quién garantiza el acceso a la cultura?

Juan José Millás

El País, 5/12/2014


viernes, 15 de mayo de 2015

Palabras para Julia

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

José Agustín Goytisolo


sábado, 9 de mayo de 2015

Teresa Rampell

El gos devia bordar quan has sortit, Teresa Rampell.
No ho admetràs, però et veus en el mirall de l’ascensor i et trobes guapa.
Uns amics fan sonar el clàxon des de l’altra banda del carrer.
Mmmm, so d’un motor accelerant sobre el Pont de Vallcarca.
Que soni un rock’n’roll, que baixin les persianes tots els comerciants,
que hi hagi una conversa tonta sota una lluna clara.
El barri dorm tranquil aliè a que hagi arribat el dia gran.
Mmmm, la cara de la Teresa s’il•lumina quan un cotxe ve de cara.
Uns macarres us saluden al semàfor i somrius
i, mentre arrenquen, el més xulo, abans que se’l mengi la nit,
et mira als ulls i juraries que diu que ve l’Amor, que ve l’Amor,
que ve l’Amor ressonant com un exèrcit de timbals!
L’Amor ja es va propagant com un incendi forestal!
Teresa Rampell, avui l’Amor, per fi, retorna a la ciutat!
Camina decidida entre billars, Teresa Rampell,
detecta els forasters mentre t’apropes a la vostra taula.
Desplaça tot el teu talent, conscient de cadascun dels moviments.
Mmmm, és el ball del teus malucs, el balanceig de les arracades.
I ja no importen tant i semblen lluny tots els desastres que hagis fet
i passa un enemic i feu les paus amb un brindis de cubates
i, mentre et cantem, milers d’homes al món amb gavardina, de passeig,
mmmm, somien en trobar una dona amb la teva cara.
A les teles interrompen uns minuts els videoclips
i ara hi surt un periodista estressat pels teletips
i no hi ha volum, però juraries que diu que ve l’Amor, que ve l’Amor,
que ve l’Amor ressonant com un incendi de timbals!
L’Amor ja es va propagant com un virus tropical!
Teresa Rampell, avui l’Amor, per fi, retorna a la ciutat!
L’Amor retorna, Teresa, i ja diries que el comences a notar,
és a les mans de la gent, és als joves quan ballen.
I reconeixes una força antiga i sense discussió t’hi entregaràs
i furgaràs els seus racons per revelar el poder que s’hi amaga.
L’Amor retorna, Teresa, i ja diries que el comences a notar
i ets un nàufrag que ha decidit tastar l’aigua salada,
i ets un nàufrag que ha decidit tastar l’aigua salada,
i ets un nàufrag que ha decidit tastar l’aigua salada.

Manel


jueves, 23 de abril de 2015

Un sonet per a tu

Un sonet per a tu que em fas més clar
tant el dolor fecund com l'alegria,
un sonet amb els mots de cada dia,
amb els mots de conèixer i estimar.

Discretament l'escric, i vull pensar
que el rebràs amb discreta melangia,
com si es tractés d'alguna melodia
que sempre és agradable recordar.

Un sonet per a tu; només això,
però amb aquell toc lleu de fantasia
que fa que els versos siguin de debò.

Un sonet per a tu que m'ha permès
de dir-te clarament el que volia:
més enllà de tenir-te no hi ha res.

Miquel Martí i Pol

domingo, 19 de abril de 2015

Quiero creer que estoy volviendo

Vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo

hay tanto siempre que no llega nunca
tanta osadía tanta paz dispersa
tanta luz que era sombra y viceversa
y tanta vida trunca

vuelvo y pido perdón por la tardanza
se debe a que hice muchos borradores
me quedan dos o tres viejos rencores
y sólo una confianza

reparto mi experiencia a domicilio
y cada abrazo es una recompensa
pero me queda / y no siento vergüenza /
nostalgia del exilio

en qué momento consiguió la gente
abrir de nuevo lo que no se olvida
la madriguera linda que es la vida
culpable o inocente

vuelvo y se distribuyen mi jornada
las manos que recobro y las que dejo
vuelvo a tener un rostro en el espejo
y encuentro mi mirada

propios y ajenos vienen en mi ayuda
preguntan las preguntas que uno sueña
cruzo silbando por el santo y seña
y el puente de la duda

me fui menos mortal de lo que vengo
ustedes estuvieron / yo no estuve
por eso en este cielo hay una nube
y es todo lo que tengo

tira y afloja entre lo que se añora
y el fuego propio y la ceniza ajena
y el entusiasmo pobre y la condena
que no nos sirve ahora

vuelvo de buen talante y buena gana
se fueron las arrugas de mi ceño
por fin puedo creer en lo que sueño
estoy en mi ventana

nosotros mantuvimos nuestras voces
ustedes van curando sus heridas
empiezo a comprender las bienvenidas
mejor que los adioses

vuelvo con la esperanza abrumadora
y los fantasmas que llevé conmigo
y el arrabal de todos y el amigo
que estaba y no está ahora

todos estamos rotos pero enteros
diezmados por perdones y resabios
un poco más gastados y más sabios
más viejos y sinceros

vuelvo sin duelo y ha llovido tanto
en mi ausencia en mis calles en mi mundo
que me pierdo en los nombres y confundo
la lluvia con el llanto

vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo.

Mario Benedetti

martes, 14 de abril de 2015

Un mar de fueguitos

Un hombre del pueblo de Negua, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

-El mundo es eso -reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

Eduardo Galeano

domingo, 25 de enero de 2015

Happy new year

Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fín de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.

Julio Cortázar